El violento terremoto de 8,9 grados de magnitud provocó un maremoto de diez metros de altura, que devastó la costa noreste del país.
El violento terremoto de 8,9 grados de magnitud registrado este viernes frente a Japón provocó un maremoto de diez metros de altura, que devastó la costa noreste del país y desencadenó un alerta en la mayor parte del océano Pacífico. Al menos hay 40 muertos y 39 desaparecidos, según el primer balance oficial difundido por la policía, seis horas después del seísmo.
El Gobierno hace grandes esfuerzos para coordinar las operaciones de socorro y salvamento, "partiendo de la hipótesis de que ese movimiento telúrico causó daños considerables", afirmó poco antes a la prensa el portavoz del Ejecutivo, Yukio Edano.
El seísmo se produjo a las 14h46 locales (las 5h46 GMT), a 24,4 km de profundidad, a un centenar de kilómetros de las costas de la provincia de Miyagi, 380 km al norte de Tokio, y fue seguido de violentas réplicas, según datos del Instituto de Geofísica de EEUU. La agencia de meteorología japonesa afirmó luego que se trata del terremoto más fuerte jamás registrado en Japón.
En Tokio, los edificios temblaron durante dos minutos y la mayoría de los habitantes se precipitaron a las calles, mientras se desencadenaban una decena de incendios. Un gigantesco incendio se produjo en una refinería de la ciudad de Iichihara, en la región de Tokio. El primer ministro, Naoto Kan, aclaró de inmediato que el movimiento telúrico no había provocado escapes radiactivos en las centrales nucleares del país.
En la capital, unos cuatro millones de habitantes se quedaron sn electricidad y las zonas del puerto resultaron inundadas. Un tsunami de diez metros arrasó luego las costas de Sendai (noreste). Otros puntos de la costa nipona en el Pacífico fueron igualmente afectados por olas de varios metros de altura.
El violento terremoto de 8,9 grados de magnitud registrado este viernes frente a Japón provocó un maremoto de diez metros de altura, que devastó la costa noreste del país y desencadenó un alerta en la mayor parte del océano Pacífico. Al menos hay 40 muertos y 39 desaparecidos, según el primer balance oficial difundido por la policía, seis horas después del seísmo.
El Gobierno hace grandes esfuerzos para coordinar las operaciones de socorro y salvamento, "partiendo de la hipótesis de que ese movimiento telúrico causó daños considerables", afirmó poco antes a la prensa el portavoz del Ejecutivo, Yukio Edano.
El seísmo se produjo a las 14h46 locales (las 5h46 GMT), a 24,4 km de profundidad, a un centenar de kilómetros de las costas de la provincia de Miyagi, 380 km al norte de Tokio, y fue seguido de violentas réplicas, según datos del Instituto de Geofísica de EEUU. La agencia de meteorología japonesa afirmó luego que se trata del terremoto más fuerte jamás registrado en Japón.
En Tokio, los edificios temblaron durante dos minutos y la mayoría de los habitantes se precipitaron a las calles, mientras se desencadenaban una decena de incendios. Un gigantesco incendio se produjo en una refinería de la ciudad de Iichihara, en la región de Tokio. El primer ministro, Naoto Kan, aclaró de inmediato que el movimiento telúrico no había provocado escapes radiactivos en las centrales nucleares del país.
En la capital, unos cuatro millones de habitantes se quedaron sn electricidad y las zonas del puerto resultaron inundadas. Un tsunami de diez metros arrasó luego las costas de Sendai (noreste). Otros puntos de la costa nipona en el Pacífico fueron igualmente afectados por olas de varios metros de altura.
Tomado de noticias.latam.msn.com, viernes 11 de marzo de 2011
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